Aunque ser ciudadanos involucrados y solidarios debería ser
un ejercicio que lleváramos a cabo los doce meses del año, la realidad, en mi
caso, es que el día a día me supera, pasó demasiado tiempo en el trabajo:
oficina, viajes, eventos, etc. Y lo que queda es tiempo egoísta de poco
reflexionar: tiempo para mí, para mi pareja, para mi casa, para mi familia. A
veces voy recordando todas las cosas buenas por las que me debo sentir
agradecida con el mundo y entonces me concentro en lanzar mucha buena vibra en algo
o alguien. Pero objetivamente, soy consciente de que podría hacer mucho más,
siempre se puede buscar tiempo y en nuestros días as redes sociales nos ponen
la ayuda solidaria tan a la mano, que de verdad, no hay pretexto que valga para
no ayudar. Y aun así, paso un año más sin que hiciera nada.
En 2014 he recibido tantas bendiciones que hacer una oración
y dar las gracias no me parecía suficiente. Tampoco voy a decir que me siento
la madre Teresa, pero al final ha resultado tan fácil poner un granito de arena
y me he sentido tan, pero tan reconfortada que no podía dejar de
recomendárselos en este post.
Me propuse como ejercicio, tener algún detalle solidario con
cada vela de adviento. Y lo repito, las redes sociales nos facilitan tanto el
poder aportar que no hay excusa para no hacerlo. Desde ayudas tan simples como
abonar dinero en una cuenta, hasta acciones que permiten involucrarse más como
difundir activamente mensajes de ayuda en asociaciones protectoras de animales
o dar nuestra firma para apoyar peticiones solidarias. En las redes sociales se
pueden encuentran opciones para dar tiempo (que es algo que me queda pendiente
por hacer, una vez que mi Naricitas llegue al mundo) objetos o dinero.
Les enlisto las asociaciones que encontré yo, que permiten a
la gente sentirse un poquito mejor consigo mismo por muy poco:
Hermanitas de los pobres: Asociación dedicada a la atención
de personas mayores, ofreciendo espacios que promueven la actividad y
participación. Se puede colaborar con tiempo, donaciones económicas o
materiales. He aportado algunos alimentos que necesitaban para los centros:
aceites, café, infusiones, leche.
Bona Voluntat en Acció: ONG de carácter social que trabaja
para erradicar la pobreza, la marginación y la exclusión social en diferentes
barrios basada en el voluntariado. Aquí también se puede colaborar con tiempo,
donaciones económicas o materiales. Esta asociación me ha ayudado a cubrir mi
propósito de dos velitas de adviento: he aportado ropa de invierno para niños
de familias de la asociación y mi segunda aportación ha sido artículos de
despensa para familias en necesidad.
Reyes Majos de Mi aportación: Miaportacion.org es una
plataforma creada para comunicar y cubrir las pequeñas necesidades económicas,
materiales y de voluntariado de personas en situación socio-económica
desfavorable atendidas por entidades sociales, cada año organizan una campaña
en donde buscan “Reyes Majos” que respondan a las cartas de personas adultas en
situaciones desfavorables.
Esta última iniciativa me ha encantado, porque acerca a las
personas y te hace conectar de alguna manera con la persona a la que darás un
pequeño regalo. Al anotarte en la iniciativa, recibes una carta escrita por la
persona que recibirá el regalo, pidiéndote su deseo, como una carta a los reyes
magos. Me emocionó muchísimo recibir las cartas (mi Wero y mamá también se
anotaron). Nos tocó un viejito que pedía una colonia fresca fresca, una viejita
muy educada y emotiva que pidió una blusa y otra abuelita más que también
quería una colonia. Hace mucha ilusión ir a comprar el regalo, envolverlo
bonito y responder a la carta. Al final la experiencia es tan agradable que ni
siquiera se siente como que hay una persona que aporta y otra que acoge: las
dos partes reciben gratificación.
Me falta aún encontrar una acción más para la última velita
¡acepto propuestas!
En conclusión, si no se hace por altruismo, la solidaridad
se puede practicar por el mero placer egoísta de que se está haciendo algo
bien.
Sé que los propósitos de año nuevo son lo que menos se
cumplen, pero quiero proponerme colaborar más en el 2015. A ver si
escribiéndolo de manera pública me obliga al menos a no tirarlo en saco roto.